Harry Potter - Golden Snitch

miércoles, 20 de agosto de 2014

Hemos ganado.

Primero que todo, quiero dar las gracias a Cinto, Rachel, Chikorita y Christian por crear este blog, ya no solo por permitirnos decir todo lo que no dio tiempo a decir el último día, sino por saber capturar la magia del campus en un lugar al cual podemos ir durante todo el año.
Este Campus ha sido muy raro para mí. Hasta el último momento (y cuando digo último momento me refiero a algo menos de un mes antes de que comenzara el Campus) no iba a ir. Me perdí los nervios de los 200, los 100, los 50, y hasta los 30 días anteriores al campus, pero me emocioné, y mucho. Había tenido un mal año y, como cada verano, sentía que el Campus me iba a dar la vida. Pero primero faltó la Casabaña, que aunque el año pasado ya faltó la mitad, este ha sido el primer año desde que se formó que realmente no hemos estado juntas en ningún sentido. Luego faltó nuestra gran Molly. Faltó Durmstrang. Faltó Noruego Molón,  el Coro de Mujeres Desnudas (y su sucedáneo vestidas y con actuación diaria en el Gran Comedor), el muro, el Aire Adementonado, las notas en el buzón, las torres abajo y las mazmorras arriba, Igorrito, Voldemort atacando a la una de la mañana… Han faltado muchos veteranos, y ha habido muchos nuevos. Nuevos que nos han hecho ganar.
Hemos ganado jefes de casa, y nuevos fantasmas. Hemos ganado nuevas familias en cada habitación. Hemos ganado a Bathilda, a James, a Barty Jr., a una Sinistra que ha desistido de tirarse de la torre de Astronomía y a una Alecto que ha salido de la clínica de desintoxicación de patitos de goma (ya ni se acordaba de lo que eran, que buenos son estos médicos de hoy día). Hemos ganado muchos becarios, y hemos recuperado a aquellos profesores que nunca se fueron. Molly ha ganado una preciosa Molly Jr. Hemos ganado cabañas de 12, piñas muggles, barquitos llenos de pastelitos, a Mariana, el perfume de encantamientos (que empiezo a sospechar que era lo que Flamel echaba por su precioso culo), más vegetarianos, intolerantes a la lactosa, alérgicos a la piel de melocotón, al pescado, al pimiento, a Snape... Hemos ganado sonrisas, lágrimas, sustos, gritos, silencios, ilusiones y alegrías. Hemos ganado a 50 familiares Y si eres Ravenclaw, hasta has ganado la copa (Aunque si eres Taron, a ti te ha faltado, lo siento)
Este Campus ha sido muy raro para muchos veteranos, pero aun y así, como cada verano, el Campus nos da la vida. Año tras año faltan cosas y personas, muchos se van, algunos vuelven al cabo de los años y otros no. Pero no se trata de lo que falta, por mucho que lo echemos de menos, por mucho que desearíamos con todas nuestras fuerzas que volviese. Se trata de lo que no falta. De todo lo nuevo que nos encontramos año tras año, y de lo que siempre está ahí. Y no me refiero a los acampados y monitores de 6º (que también), sino a la magia, a esa magia que nada tiene que ver con el rol. Me refiero a la magia que año tras año nos hace volver a la Sierra Norte de Madrid y nos da la vida. Me refiero a la amistad y al amor que se engendra año tras año y día tras día en nuestro pequeño paraíso.
Sé que mi historia es muy parecida a la de muchos acampados. Inviernos difíciles que parecen no acabar y campus que acaban demasiado rápidos. Sé que año tras año parecen faltarnos cosas, y nos faltan personas, pero quiero que recordéis que año tras año también ganamos nuevos recuerdos, nuevas bromas internas, ganamos amor (que no vale precisamente poco) y personas nuevas (que no tienen por qué ser novatos, eh Nayra) y, sobre todo ganamos esa ilusión que solo puede producir este lugar, en nuestro lugar. Esa ilusión que solo los campuseros conocemos.


Atentamente: Arowi

1 comentario:

  1. De lo más bonito que he leído, Aroa, sabes tocar bien los feels... Love you!!!

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