He de decir que este año me ha dado miedo volver al Campus. Una parte de mí me animaba diciéndome: ''Hey, que es tu segundo año. ¡Vamos a por él!'' pero otra mucho más grande me recordaba una y otra vez: ''Entre que no hablas mucho en whatsapp y que no puedes ir, todos se habrán olvidado de ti. Eres patética.'' y, por desgracia, el 95% de los días predominaba. Pero como en toda estadística, ese 5% pasa y fue los días de las inscripciones; luego llegaron los lamentos, los lloros y los arrepentimientos que vosotros, sí, VOSOTROS rompisteis, cruciasteis y quemasteis el primer momento que pisé nuestro andén 9 y 3/4. Desde el primer abrazo de mis Slytherins que me esperaban con los brazos abiertos, desde mi primer contacto con mi habitación de 6 a la que tenía pánico, a todos los acampados que me reconocían y abrazaban. La semana voló, se hizo más corta (y eso que Los Profetas avisaron de las irregularidades del tiempo y Sinistra daba la vara con los agujeros negros). Gracias a todos. Gracias a mis 12 de la cabaña del búho, nunca pensé que fuera tan maravilloso vivir con tanta gente; a mi casa, a mi maravillosa y verde Slytherin porque mi sangre es más y más verde cada año gracias a vosotros; a los novatos, por esas ganas de comerse el mundo; a los monitores, veteranos y novatos, por estar ahí, por querer todo perfecto sin perder ese humor y alegría que tanto amamos; a todos los acampados que es imposible decir cuantísimo se os quiere y cuánto me digo ''tuve que hablar más con esta persona''. He de mencionar, en especial, a Ro, Ofi, Xanti, Cinta, Chikorita, Dani Malfoy, Naza, Miriam, Noa, Tejón, Colmi y Cris porque he tenido dos momentos muy duros en el Campus y ellos han estado ahí, aguantando a esta serpiente llorona. A Aza, Iris y Belén por preocuparse por mí en uno de esos momentos. Gracias, gracias, gracias y gracias.
Siento el testamento, pero para terminar he aquí un cuento:
''Había una vez un sitio maravilloso donde cada uno podía ser como era en realidad, sin miedo a ser criticado ni juzgado. Todos tenían sus problemas pero eran tan iguales y a la vez tan distintos que se podía decir todo con silencios. Era un reino de guerreros, eran agentes secretos que se escondían entre la multitud del extranjero y luchaban día a día su guerra excepto esa semana donde se juntaban y recordaban tiempos felices.
Ese lugar era el Campus Potter. ''
~ - Serah.
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